Aumentar el valor de la vivienda, mejorar la calidad de vida, cambiar de imagen y, por qué no, renovar ilusiones. Estas son fundamentalmente, las razones, por las que una persona decide reformar su casa. A la hora de hacerlo, el interesado siempre buscará una alternativa elegante, bonita, original y útil. Es aquí donde  la madera juega un papel fundamental. Pero, ¿por qué es interesante revestir las paredes con paneles de madera? A continuación, la empresa Raclima, plantea las diferentes razones: En primer lugar, el precio. La inversión es relativamente baja en relación a diferentes parámetros: los paneles de madera son mucho más duraderos y conservan su belleza a través de los años; su mantenimiento no puede ser más sencillo y económico. Al tratarse de un material natural, puede tener un ciclo de vida igual al de tu casa o apartamento; las marcas y roces pueden ser reparados de manera fácil y económica; además de que no pasan de moda, su mantenimiento es sumamente sencillo. Sólo necesitan lavarse con detergente suave y agua corriente, cada dos o tres años. Los paneles de madera dura aumentan la belleza, riqueza y vida de cualquier habitación, y sus posibilidades de diseño son infinitas a la hora de decorar, por no decir que, los pisos y paredes de madera colocadas en habitaciones poco espaciosas hacen que parezca que son de mayor tamaño y dan una sensación de continuidad incomparable. Los bellos diseños que forman las diferentes maderas pueden ser combinados con otros materiales, obteniendo resultados sorprendentes. Con los paneles de madera, cada porción que se decora será una pieza exclusiva, ya que el tronco de cada árbol forma su propio diseño, único en su clase. Existen otras razones muy ventajosas en concepto de usabilidad que hacen de la madera el producto ideal en relación a otras alternativas, como que puede actuar como aislante del ruido y que, en el caso de algunas maderas tratadas, pueden servir para proteger contra incendios. Para concluir, recordar que hay que tener cuidado con las imitaciones, ya que carecen de la belleza del material genuino y no pueden ser reparadas si se astillan o dañan.